¿Cómo redactar una carta de despido correctamente? Guía jurídica para evitar la improcedencia

Redactar una carta de despido correctamente es uno de los pasos más delicados y determinantes dentro de cualquier procedimiento de extinción de la relación laboral. No se trata de un simple trámite formal: es un documento con valor probatorio que puede condicionar el resultado de un eventual proceso judicial. Como abogado laboralista, he comprobado en numerosas ocasiones que una carta mal redactada es la puerta de entrada a la declaración de despido improcedente o incluso despido nulo.

En esta guía, desgloso los aspectos fundamentales que deben tenerse en cuenta para elaborar una carta de despido con garantías jurídicas y validez legal. Si te preguntas cómo redactar correctamente una carta de despido según la ley, aquí encontrarás las claves esenciales.

1. Precisión formal y contenido obligatorio de la carta de despido

La carta de despido debe cumplir con los requisitos establecidos en el artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores (en el caso de despido disciplinario) o el artículo 53 (si se trata de un despido por causas objetivas). Esto implica que el contenido debe incluir, como mínimo:

  • Identificación de las partes (empresa y trabajador).
  • Fecha de comunicación y de efectos del despido.
  • Exposición clara y detallada de los hechos que motivan el despido.
  • Calificación jurídica del despido: objetiva o disciplinaria.
  • Referencia expresa a los preceptos legales aplicables.
  • Si es un despido objetivo, puesta a disposición de la indemnización correspondiente.

2. Descripción de los hechos: concreción, especificidad y veracidad

Uno de los errores más frecuentes que observo en la práctica es la vaguedad. El uso de frases genéricas como «falta de rendimiento» o «conducta inapropiada» no cumple con los requisitos legales. El trabajador debe conocer con exactitud:

  • Qué conductas se le imputan.
  • En qué fechas ocurrieron.
  • Cuáles fueron las consecuencias para la organización.

Esto no solo permite que el trabajador ejerza su derecho a la defensa, sino que dota a la empresa de seguridad jurídica en caso de impugnación.

3. Fundamentación jurídica del despido

Todo despido debe estar fundado en causas legales. En el caso del despido disciplinario, estas se encuentran recogidas en el art. 54 del Estatuto de los Trabajadores. Para el despido objetivo, el art. 52 establece las causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.

En la carta de despido se debe hacer referencia expresa a estos artículos, e incluso al convenio colectivo aplicable si establece una regulación adicional. Esto refuerza la motivación del despido y su defensa en un eventual juicio.

4. Preaviso, fecha de efectos e indemnización

El preaviso en el despido objetivo debe respetar los 15 días naturales, salvo que se abone el salario correspondiente en concepto de falta de preaviso. En la carta debe indicarse de forma clara:

  • Fecha de entrega de la comunicación.
  • Fecha efectiva de extinción del contrato.
  • Cuantía exacta de la indemnización y puesta a disposición.

El incumplimiento de estos requisitos formales puede determinar la improcedencia del despido, incluso si la causa está bien fundada.

5. Entrega de la carta de despido: forma y medios de prueba

Para garantizar la seguridad jurídica, la carta debe ser entregada:

  • En mano, solicitando firma de recepción.
  • Mediante burofax con acuse de recibo y certificación de contenido.

Estos medios permiten acreditar que el trabajador recibió la comunicación en tiempo y forma.

6. Riesgos de nulidad o improcedencia: colectivos protegidos

Es fundamental revisar si el trabajador se encuentra en alguna de las situaciones de especial protección: representación legal de los trabajadores, situación de embarazo, reducción de jornada por guarda legal, entre otros.

Un despido en estos supuestos puede ser calificado como nulo si no se acredita la desvinculación con la situación protegida.

Conclusión: la carta de despido como pieza clave del procedimiento

La carta de despido no es una mera formalidad, sino una herramienta jurídica esencial que puede condicionar el éxito o el fracaso de una decisión empresarial. Su correcta redacción, ajustada a los requisitos legales y con una argumentación sólida, es la mejor garantía para evitar futuras reclamaciones judiciales.

Si necesitas ayuda para redactar una carta de despido ajustada a derecho, o si buscas asesoramiento sobre cómo redactar correctamente una carta de despido según la ley, puedes contactar conmigo como abogado laboralista experto en despidos.

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