Despido Improcedente en España: Concepto, Derechos y Procedimientos

El despido improcedente es una figura clave en la legislación laboral española, diseñada para proteger a los trabajadores frente a despidos que no cumplan con los requisitos legales establecidos. Entender qué constituye un despido improcedente, los derechos que otorga y los pasos a seguir en caso de enfrentar esta situación es fundamental tanto para empleados como para empleadores.

¿Qué es un Despido Improcedente?

Según la legislación laboral española, un despido es considerado improcedente cuando el empleador no puede justificarlo con una causa válida, o cuando, aun existiendo una causa, no se han seguido los procedimientos legales requeridos. Las causas más comunes de despido que pueden dar lugar a una declaración de improcedencia incluyen:

  1. Despido disciplinario sin pruebas suficientes: Si un trabajador es despedido por motivos disciplinarios (por ejemplo, bajo acusaciones de bajo rendimiento o mal comportamiento), pero la empresa no puede demostrar dichas faltas con evidencias sólidas, el despido puede ser declarado improcedente.
  2. Despido objetivo sin justificación económica, técnica, organizativa o de producción: Los despidos objetivos se basan en la necesidad de la empresa de reducir personal por razones económicas o de eficiencia. Sin embargo, si la empresa no puede demostrar que estas razones son reales y justificadas, el despido también puede ser considerado improcedente.
  3. Falta de formalidades en el proceso: Incluso si existe una causa válida para el despido, este puede ser declarado improcedente si la empresa no cumple con los procedimientos formales, como la entrega de una carta de despido detallada o el cumplimiento de plazos específicos.

Derechos del Trabajador ante un Despido Improcedente

Cuando un juez declara que un despido es improcedente, el trabajador tiene derecho a elegir entre dos opciones:

  1. Readmisión en el puesto de trabajo: El empleador debe reincorporar al trabajador en las mismas condiciones que tenía antes del despido. Además, el trabajador tiene derecho a recibir los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la readmisión (conocidos como salarios de tramitación).
  2. Indemnización: Si el trabajador opta por no ser readmitido, o si el empleador prefiere no readmitirlo, se debe pagar una indemnización. Según el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores, la indemnización por despido improcedente es de 33 días de salario por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades. Cabe destacar que para contratos anteriores al 12 de febrero de 2012, se aplica una indemnización de 45 días por año trabajado hasta esa fecha, y de 33 días por año trabajado a partir de entonces.

Procedimiento para Reclamar ante un Despido Improcedente

Enfrentar un despido improcedente requiere seguir un procedimiento riguroso para garantizar que los derechos del trabajador sean respetados:

  1. Revisión de la Carta de Despido: El primer paso es analizar cuidadosamente la carta de despido. Esta debe detallar las causas del despido y estar firmada por el empleador. Cualquier omisión en este documento puede fortalecer la reclamación del trabajador.
  2. Recolección de Evidencias: Es crucial que el trabajador recoja cualquier documento o prueba que pueda respaldar su caso, como correos electrónicos, registros de desempeño, testigos, entre otros.
  3. Conciliación Previa: Antes de acudir a los tribunales, es obligatorio intentar una conciliación laboral. Esta etapa se lleva a cabo en el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). Si no se llega a un acuerdo, se emite un acta que permite continuar con la reclamación judicial.
  4. Demanda Judicial: Si la conciliación no es exitosa, el trabajador tiene un plazo de 20 días hábiles desde la fecha de despido para presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social. Es recomendable contar con la asistencia de un abogado especializado en derecho laboral para asegurar una defensa adecuada.
  5. Sentencia: Tras la presentación de la demanda, el juez dictará sentencia declarando el despido procedente, improcedente o nulo. En caso de ser improcedente, se procederá según las opciones mencionadas anteriormente (readmisión o indemnización).

Conclusión

El despido improcedente es una figura que refuerza la protección del trabajador ante posibles abusos por parte del empleador. Conocer y entender este concepto es esencial para actuar adecuadamente si se enfrenta a una situación de despido en España. Tanto trabajadores como empleadores deben estar al tanto de las implicaciones legales y los derechos que se derivan de esta situación.

Si has sido despedido y consideras que puede ser un despido improcedente, es fundamental actuar con rapidez y contar con asesoría legal especializada para proteger tus derechos y obtener la compensación justa que la ley prevé.

Referencias:

  • Estatuto de los Trabajadores, Artículo 56.
  • Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social.

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